Escapando de la rutina y al ajetreado ritmo de la ciudad armamos maletas y nos fuimos a la provincia de Imbabura. Guiados por los paisajes que nos brinda la serranía ecuatoriana y como protagonistas el volcán Cayambe, el Taita Imbabura y la Mama Cotacachi nuestro lugar de destino estaba muy cerca sin antes hacer una parada obligatoria por unos bizcochos cayambeños con su respetivo queso de hoja. 

Ubicada en la Panamericana norte km 5, se encuentra la Hostería Hacienda Pinsaqui que con más de 300 años de historia este mágico lugar nos abrió sus puertas para vivir una experiencia única.

Ya desde el ingreso su personal nos hace sentir en casa dándonos a conocer todas las actividades que se pueden realizar en la Hacienda Pinsaqui. 

Con encantadores espacios Patrimoniales, habitaciones y suites de lujo, sus instalaciones conservan detalles, objetos, decoraciones y partes originales de una hacienda que cuenta con tres generaciones. 

En uno de sus acogedores salones dotados de grandes chimeneas abrigaron la fría noche donde fuimos invitados a brindar con un canelazo de bienvenida mientras el gerente y su administrador nos relataban la historia de la Hacienda la cual fue construida por los Jesuitas en 1790 como centro de obraje de lana de oveja. 

Algo que nos sorprendió fue saber que la hacienda tuvo al general Simón Bolívar como uno sus huéspedes ilustres que pasó la noche en Pinsaqui donde preparó la batalla de Ibarra en 1923. 

Grandes anfitriones resumiendo 300 años de historia

Te invitamos a conocer más de esta centenaria Hacienda en el siguiente link: https://www.haciendapinsaqui.com/historia/ 

::: Su servicio

Uno de los puntales claves del éxito y trayectoria de la Hostería Hacienda Pinsaqui es sin duda su personal que está pendiente de sus huéspedes y visitantes en todo momento. Amables, impecables con sus vestimentas otavaleñas, cordiales, apasionados por su trabajo y siempre prestos a brindarte el mejor servicio les hacen acreedores de un respeto absoluto.

Recorrer sus antiguos caminos empedrados rodeado de árboles centenarios, reencontrarse con la naturaleza en sus jardines y sentir las emociones positivas y placenteras de sus piletas hacen de la Hacienda Pinsaqui el lugar recomendado para compartir en familia donde vivirán experiencias de inicio a fin. 

::: Gastronomía local de alto nivel

Dicen que la comida es amor a primera vista y en Pinsaqui lo pudimos constatar mediante la oferta gastronómica de su carta, la cual se basa en seleccionar los mejores productos de la zona y del país para convertirlos en platos cuyas notas y sabores crearon una sinfonía en la boca. 

Locro de papas con aguacate y queso, fritada imbabureña con llapingachos, carnes coloradas, ceviches, lomos de res a la parrilla, helados de paila, son solo una muestra de los platos que son preparados con recetas propias cuyo resultado es el intercambio cultural y gastronómico que hay en el país. 

::: Detalles que te harán regresar

Cuando pensamos que ya se terminaba el día y de regreso a la habitación con un poco de frío, nos encontramos con un detalle que sobrepasó nuestras expectativas, 4 bolsas de agua caliente vestidas de telas multicolores habían sido colocadas debajo de las cobijas por el personal de servicio lo cual nos hizo sentir en casa.

::: La bioseguridad 

De algo que se preocupa y lo toma muy en serio Pinsaqui son las medidas de bioseguridad, con su personal usando mascarilla en todo momento, respetando los aforos respectivos, con varias áreas de desinfección y habitaciones sanitizadas antes de que los huéspedes las usen, la convierten en un lugar completamente seguro en tiempos de pandemia.


Pinsaquí siempre tú casa señor“. 

Pedro Freile / Gerente General de la Hostería Hacienda Pinsaqui


Muchas gracias a Pedro Freile por invitarme a conocer y vivir de cerca la experiencia Pinsaqui junto a mi familia. En el cuadro ¨Los Tres Pedritos¨como los llaman con cariño y respeto sus colaboradores.


Reportaje y fotografías: Patricio Granja / Editor General Passionfood.ec


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