Para quienes pertenecemos a la década de los 80’s y 90’s les invito hacer un viaje mágico por el tiempo.

La primera parada de este recorrido será en el “Helado Chino” Tse Kao, lugar donde acudíamos con toda la familia en especial los días domingos.

Sus mágicas combinaciones iban desde un clásico ron con pasas y mora, un cremoso guanábana con chocolate o un exótico naranjilla con taxo que junto a unos crocantes barquillos de seguro le traerán recuerdos a tu paladar y te harán sacar más de un cálido suspiro.

Bajo esta misma línea sería un pecado capital no mencionar al más delicioso helado de chicle creado por el hombre, mismo que era ofertado por la heladería Zanzibar en ese tiempo.

Decenas de golosinas como chicles super cherry, choquilla, milkibar, chitos de jack snaks, bebas, somex, choco bananas, etc. se las podía conseguir en la tiendas de barrio siempre y cuánto alguien de tu familia te diera ha escondidas de tus padres un mágico billete de 50 sucres, ya sea por tradición o porque tuviste una libreta de calificaciones repleta de sobresalientes digna de ocupar los altos puestos de escolta o abanderado de la escuela.

Dentro de esta mágica lista no se puede dejar a un lado los pocos restaurantes de comida rápida como El Dimpi, Caravana, Pollo Criollo, El carbonero conocido en el bajo mundo gastronómico de esa época como “Las Chancrosas” y aquellos sitios donde la comida de vereda tenía operaciones hasta que salga el sol. Pues si uno de ellos los agachaditos del Chavito ubicado frente al 515 ya los recordaste picarón¿ O aquel lugar subiendo la Marín llamado El mama miche, pero de seguro dirás que de mal gusto ese lugar, pues tienes toda razón una cosa era el lugar y otra era la deliciosa comida que tenían y se podía encontrar a la madrugada en Quito.

Te invito a que recuerdes junto a tus sentidos gustativos eso sabores que marcaron para siempre tu pasión por la comida.