Por: César Zaldumbide

Los sabores exóticos, propios de la Amazonia, están directamente relacionados con la historia, la cultura, el suelo y el clima. Así tenemos alimentos que todavía se cuecen envolviéndolos en hojas, sin necesidad de ollas ni tiestos y se consumen sin utilizar platos, tenedores ni cucharas, como el famoso maito, popular en toda la región, que quizá pertenezca a la prehistoria del guisado, a la época pre cerámica, cuando el hombre nómada, luego de inventar el fuego, aprendió esta manera de cocer los alimentos, diferente del asado o el cocinado, acercando los alimentos envueltos en hojas al calor de un rescoldo, evitando el contacto con el fuego vivo para que no se quemen.

Guabas, cacao silvestre y frutos de chonta recolectados en la selva.

Entre los alimentos ancestrales amazónicos que provocan la atención de los visitantes están el maito de los indígenas kichwas, el ayampako de los shuaras, el casabe de los secoyas, y en toda la región las chichas de yuca y chonta, los chontacuros, las hormigas culonas, la guayusa.

Entre los productos de la chacra sobresale la yuca, que ocupa el primer lugar en la dieta alimenticia amazónica y el segundo lugar es para el plátano con sus variedades y distintas formas de prepararlo. El maíz, que también es de amplio consumo, se lo cultiva igualmente en la chacra junto a algunas hortalizas, frutas y plantas medicinales.

Brotes de helechos se incluyen entre los yuyos comestibles.

Los productos silvestres, apetecidos por el paladar nativo, incluyen los frutos de la chonta, los gusanos que crecen en el tronco de esta palmera conocidos como chontacuros, diferentes clases de yuyos, raíces, cogollos de palmeras y diversidad de frutas. Ríos y lagunas proveen una amplia variedad de peces, aunque últimamente se fomenta la crianza en piscinas, de tilapias, paiches y, en la alta Amazonía, de las truchas.